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| By: pvproductions |
La pregunta es ¿son o somos más felices cuando nos quejamos?, ¿contribuye ello a cambiar la situación que genera la queja?, en ambos casos la respuesta es un rotundo NO.
La pregunta inmediata que se plantea es ¿entonces por qué nos quejamos?, básicamente por dos motivos:
El primero es porque con la queja desviamos nuestra atención sobre lo que sucede y eludimos pensar en nuestra responsabilidad y en lo que podemos hacer nosotros para que ello cambie.
La segunda razón es porque, inconscientemente, la persona que vive en la queja desea obtener la atención de los demás, ni que sea desde la compasión o la lástima.
El precio a pagar por quejarse es que nos incapacita para hacernos cargo de nuestra propia vida y nos genera dependencia de los demás, sin entrar ya en lo desagradable que resulta para los otros la compañía de una persona que vive en la queja constante.
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Cuando te encuentres un quejón de esos que se quejan de todo; desde la lluvia hasta de los impuestos, desde aquel que se queja por las decisiones que han tomado otros, hasta aquellos que se quejan de la situación actual de todo.
solo dile:
“¿Qué se te ocurre para cambiar eso?”
¿Que puedes hacer tu?
~Luis Miguel Montes
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