Era uno de esos días en los cuales la rutina se hacía insoportable, hasta tal punto que caminar de un lado a otro era la única señal mandada del cerebro, como queriendo poner a mi cuerpo en un estado Zombie De esos días en que la flojera no distingue entre la soledad y la pesadumbre, un día tan básico y poco creativo donde el inconformismo se mezclaba con una sensación de no querer hacer nada. La temperatura se elevó tanto, que hizo sentir como si mi cuerpo se quisiese desprender de este mundo, un fastidio elevado a un gran término y un sudor tan fastidioso que no puedo pintar ahora tan tortuosa escena. Mi cuerpo zombie caminaba hacia la ventana, mis pasos eran meticulosos y planificados para no gastar energía innecesaria y evitar sudar demasiado. llegué a la ventana; una ventana amplia, esbelta, decorada en su parte superior con hermosos calados de piedra que terminaban en un arco apuntado. me recoste sobre la base buscando infructuosamente que un poco de brisa calmara el ca...
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones